

La Basílica es considerada como la Santa Patrona de México. En las Pirámides se puede observar uno de los yacimientos arqueológicos más sobresalientes del continente. ¿Ampliamos un poquito más sobre estos sitios?
Pues bien, Teotihuacán (dicho en náhuatl significa “la ciudad de los dioses” o “el lugar donde se hacen los dioses”) es uno de los lugares más completos de la ciudad, ya que en él se sitúan los conocimientos espirituales y materiales de los pueblos mesoamericanos, los cuales fueron los encargados de generar las mayores expresiones arquitectónicas, urbanísticas y artísticas.
Es así, que aquí se ubican las más destacadas ruinas de la civilización agrícola que se instauraron hace más de 600 años a.C.: las Pirámides de Teotihuacán. Sus orígenes se encuentran en el siglo 1 a.C. y son realmente sorprendentes.
Interiorizándonos sobre la Pirámide del Sol, quisiera comentarles que la misma cuenta con 365 escalones (lo que sería uno por cada día del año), diversos descansos colocados entre las secciones y los materiales que se usaron para su construcción fueron la tierra y la lava petrificada. Cualquier visitante puede subir hasta la cima. No se preocupen por el vértigo, la gente del sitio se encargó de incorporar pasamanos para ayudarse.
Con respecto al Santuario Guadalupe, créanme que es el principal centro turístico (a nivel católico) de América. Aproximadamente unos 20 millones de peregrinos se acercan a ella y está compuesta por unas cuantas iglesias. Asimismo, se celebran al menos 30 misas al año y cientos de bautismos cada semana. La misma se ubica en el vecindario de la Villa de Guadalupe Hidalgo, en el sector Norte de la ciudad.
Por último, al finalizar la excursión, pueden darse el gusto de tomar un delicioso cafecito en las cafeterías de la zona y además, comprar algún que otro presente para los familiares.
Foto: Daquella Manera