

A nivel histórico, durante el siglo XVII, el Lago de Texcoco fue la figura de agua más destacada de la cuenca del Valle de México, pero lamentablemente, con al desecarse, trajo como consecuencia la exposición de su lecho y la desertificación de sus tierras.
Sin embargo, el área es inmensamente bella por contar con dos tipos de vegetación. Por un lado la acuática y por el otro, la subacuática. Además, los embalses artificiales que se presentan (al igual que las charcas temporales) son aprovechados para que las aves playeras descansen y se alimenten. Algunos ejemplares pueden ser Himantopus mexicanus, Recurvirostra americana, Charadrius vociferus, Actitis macularius.
Ahora bien, en relación a la flora y la fauna en el Lago de Texcoco, vale señalar que se ha logrado recuperar la mayor parte de la fauna silvestre como por ejemplo los invertebrados, los anfibios, ranas, reptiles, culebras y lagartijas. Además, focalizando en lo que refiere a mamíferos, podéis observar especies de tamaño pequeño y mediano, que habitan mayormente en los pastizales como los roedores, las musarañas, las tuzas, las comadrejas de cola larga, las ardillas terrestres y las liebres.
Y por último, el clima que presenta la zona es semiárido templado, con temperaturas cálidas durante las épocas de verano y algunas precipitaciones que llegan anualmente a los 600 mm (por lo general comenzando el mes de mayo y finalizando en el mes de octubre).
Foto: Wikipedia