

Desde temprana edad, nuestra mente se ve inundada de una avalancha de imágenes de lo que nos gustaría ser cuando lleguemos a nuestra vida adulta, aunque muchas veces las esperanzas por alcanzar tales metas se desvanecen como una nube arrastrada por el viento cuando somos testigos de cómo ese sueño se escapa de nuestras manos.
El esfuerzo y el mero hecho de no cejar en nuestro empeño de seguir adelante hasta alcanzar esas metas que nos hayamos propuesto tiempo atrás es lo que nos permitirá afrontar cualquier prueba por ardua que pueda parecernos. Alfonso Cuarón es un buen ejemplo al respecto. Junto a Guillermo del Toro o Alejandro González Iñárritu, el hermano del también cineasta Carlos Cuarón se presenta como uno de los cineastas mexicanos más destacados del momento.
Después de estudiar en el centro universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM en México, dirigir algunos episodios de la serie de suspense "La Hora Marcada" y emprender su primer largometraje "Solo con tu pareja" junto a su antes mencionado Carlos Cuarón, se dirigió a Hollywood donde firmó un contrato con Warner Brothers para dirigir "Adictos al amor", aunque se decantó por "La Princesita", cinta que a pesar de no gozar de mucho éxito entre el público fue nominada a dos Oscar y alabada por la crítica.


A pesar de que ha tratado muy diversos géneros, desde la ciencia ficción, fantasía o el drama, lo cierto es que en muchas de sus obras cinematográficas se deja ver una característica especialmente destacada que dan cuenta de la originalidad y exclusividad de su creador: la emotividad que desprenden sus historias.
Buen ejemplo de ello, lo podemos encontrar en la entrañable princesa Sara, una niña que aparentemente pierde a su padre víctima de la guerra, y debe luchar contra viento y marea por hacerse un hueco en un colegio de niñas procedentes de familias adineradas en "La Princesita". Esta última película le otorgó el gran reconocimiento a nivel internacional.
Nada desdeñable es la más comercial y aclamada tercera entrega de la saga "Harry Potter y el Prisionero de Azkaban", posiblemente, después de las dos primeras partes dirigidas por Chris Columbus, la más emotiva de la saga. Tras esta mágica experiencia, se adentró en la distopía de "Hijos de los Hombres" como director y "El Laberinto del Fauno" como productor. Aunque el áutentico éxito llegó con "Gravitiy", obteniendo el Globo de Oro a mejor director y el Oscar por la misma categoría.
Su trabajo ha sido reconocido en varias ocasiones a partir de galardones como premios Ariel, BAFTA, ACE y el Oscar antes mencionado.
Por todo ello, el cineasta era un profesional que Coca Cola Zero no podía dejar de lado en su evento Possibility Sessions, un programa donde se pretende que personalidades de éxito y con experiencia aconsejen a los más jóvenes y sirvan de ejemplo para alcanzar sus metas. En este caso Alfonso Cuarón fue una de las estrellas invitadas y a partir del hashtag #oyeCuarón los usuarios tuvieron la ocasión de preguntar al cineasta vía twitter sobre su experiencia, además de otras tantas cuestiones planteadas a Óscar Uriel, comunicador y experto crítico de cine, encargado de moderar la Master Class.
El cineasta mexicano es un ejemplo de que todo es posible si nos lo proponemos. En nuestras manos tenemos el poder de cambiar el rumbo de nuestra vida y encaminarnos hacia esos sueños que inundaron nuestra mente y corazón hace tiempo. Para alcanzarlos, no hay que perder nunca la esperanza ni la fuerza de voluntad.


¿Y vosotros?, ¿también perseguís vuestros sueños?