

De esta manera, la Calle de Tacuba se extiende desde parte del Zócalo, cruzando todo el Centro Histórico hasta llegar a la altura del Palacio de Bellas Artes, sobre la Avenida Hidalgo. Posteriormente, frente a la Iglesia de San Fernando se transforma en Puente de Alvarado y más adelante en San Cosme hasta prácticamente atravesar el Circuito Interior, donde alguna que otra persona la conoce como Tlaxpana.
A nivel histórico, vale mencionar que tal calle fue testigo del arribo de los españoles, quienes quedaban sorprendidos al observar tanta belleza. Asimismo, también salieron los conquistadores corriendo en el momento en que Pedro de Alvarado nombró una prolongación de tal avenida. Pero además, por aquí pasaron cantantes como la pianista Ángela Peralta, e intelectuales como Guillermo Prieto, y hasta políticos como el señor Lucas Alamán.
Es así, que caminar por la calle de Tacuba es toda una experiencia de no olvidar. No solo hay edificios coloniales, sino que también hay lugares de interés histórico como el Palacio de Minería, el Museo Nacional de Arte (realizado por Porfiriato con el objetivo de ser sede del Palacio de Comunicaciones), la iglesia de San Hipólito y el Palacio de Pinillos (que hoy alberga el Museo de San Carlos). Pues a nivel de transformaciones, vale resaltar la destrucción del convento Santa Isabel (cuyo lugar ocupa el Palacio de Bellas Artes), parte del convento de San Hipólito (para abrir la calle de Héroes), la completa destrucción del Hospital de Terceros (para realizar el Palacio de Correos) y más.
Si bien la calle de Tacuba ha sufrido varios cambios, es por sí misma, un paseo por la historia de México, desde sus orígenes hasta la actualidad.
Foto: gusdrinks